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La mujer y el comercio local

En una sociedad cada vez más globalizada, el comercio local y de proximidad se ha consolidado como un espacio clave para el desarrollo económico, social y cultural de nuestros barrios y comunidades. Sin embargo, un factor fundamental en este proceso ha sido la presencia activa de las mujeres, quienes, con su trabajo y esfuerzo han jugado un papel vital en la construcción de este sector. Las mujeres no solo han contribuido a la estabilidad económica de nuestros pueblos y barrios, sino que también han sido agentes de cambio, innovadoras y defensoras de la sostenibilidad, lo que demuestra el impacto positivo que su participación tiene en el comercio.

El comercio de proximidad es, por naturaleza, un ámbito en el que la cercanía y la relación personal con los clientes son esenciales. Las mujeres, a lo largo de la historia, han sido pioneras en este tipo de comercio, desde pequeños puestos de ventas en mercados hasta tiendas familiares que se transmiten de generación en generación. Su dedicación, esfuerzo y capacidad de gestión han sido y continúan siendo fundamentales para que estos negocios prosperen, asumiendo responsabilidades dispares, como la gestión administrativa, la atención al cliente o la promoción de sus productos.

Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, no podemos olvidar  el esfuerzo que han tenido que realizar históricamente, conciliando su vida personal y profesional con una dedicación incansable, superando obstáculos que les han sido impuestos por una sociedad masculinizada a lo largo de muchos años. Afortunadamente, hemos avanzado como sociedad en el reconocimiento de derechos y descartando en gran medida su invisibilidad, pero la lucha continúa cada día y, de eso, debemos ser conscientes.

El comercio local, en muchos casos, ha sido una vía para la autonomía económica de las mujeres, brindándoles la posibilidad de generar ingresos, y, por ende, de participar activamente en la vida social y económica de sus comunidades.

Muchos pequeños comercios se distinguen por ofrecer productos locales, artesanales o de elaboración propia, y son las mujeres quienes a menudo están al frente de estos procesos. Ya sea en la elaboración de pan, en la venta de productos frescos, en la creación de prendas de vestir o en la comercialización de artículos de belleza y bienestar, las mujeres han sido claves en la creación de productos únicos y de alta calidad que resuenan con las demandas y valores de sus clientes.

Uno de los elementos más importantes del comercio local y de proximidad es la relación cercana y personalizada que se establece entre el vendedor y el cliente. Las mujeres han logrado destacar en este aspecto por su capacidad para crear vínculos estrechos con las personas que visitan sus negocios. La empatía, el trato personalizado y la dedicación al cliente son cualidades que las mujeres, a menudo, integran de manera natural en su manera de trabajar.

Este tipo de trato genera fidelidad y confianza, elementos esenciales para el éxito de cualquier negocio local. Las personas que compran en comercios de proximidad no solo buscan productos, sino también una experiencia, un ambiente en el que se sientan valoradas y escuchadas. Las mujeres, con su calidez y amabilidad, logran crear ese espacio, donde cada cliente es tratado como único, lo que contribuye a la construcción de una comunidad más unida y solidaria.

A pesar de que las mujeres siempre han jugado un papel importante en el comercio local, aún existen retos significativos que superar, como la desigualdad de género y el acceso limitado a recursos o financiación. Sin embargo, las mujeres del comercio local están demostrando, una vez más, su capacidad de resiliencia y liderazgo, transformando estos obstáculos en oportunidades de crecimiento.

Hoy en día, muchas mujeres no solo gestionan pequeños comercios, sino que también están al frente de asociaciones y cooperativas que apoyan a otros emprendedores locales, impulsando la sostenibilidad y el comercio justo. De esta manera, las mujeres no solo participan en el comercio, sino que también se convierten en agentes de cambio y liderazgo dentro de sus comunidades.

Es fundamental reconocer y valorar el rol de las mujeres en este sector, no solo por su contribución económica, sino también por su capacidad para transformar el comercio en un espacio más humano, ético y sostenible.

El futuro del comercio local y de proximidad está en manos de todos, pero las mujeres, con su liderazgo, innovación y dedicación, seguirán siendo una fuerza fundamental para garantizar su crecimiento y relevancia en los años venideros.

Antonio Luis González Núñez

Presidente de Fedeco Canarias

Consume local y da valor a tus productos frente a los aranceles de Trump

En un mundo cada vez más globalizado, la política comercial de las grandes potencias puede generar efectos colaterales que afectan a millones de personas. Uno de los ejemplos más notorios fue la política arancelaria impulsada por Donald Trump durante su primer mandato, que ahora quiere repetir. Buscaba favorecer la producción estadounidense mediante la imposición de tarifas a productos extranjeros. Sin embargo, estas medidas generaron respuestas en los mercados internacionales, desatando una serie de efectos económicos y comerciales que afectan tanto a los productores como a los consumidores. En este contexto, el consumo local y el fomento de productos de Km0 emergen como una estrategia clave para reducir la vulnerabilidad económica y fomentar un desarrollo más equitativo y sostenible.

Los aranceles impuestos por la administración Trump en el pasado, que pretende ahora repetir, estuvieron dirigidos principalmente a China, la Unión Europea, Canadá y México, provocando una escalada de tensiones comerciales. Estas tarifas incrementaron el costo de importación de bienes, lo que derivó en aumentos de precios para los consumidores y alteraciones en las cadenas de suministro globales. Además, las empresas que dependían de materias primas importadas vieron reducida su competitividad, enfrentándose a mayores costos de producción y, en muchos casos, trasladando estos costos al consumidor final.

Pero los efectos no se limitaron a Estados Unidos. En respuesta, los países afectados impusieron contramedidas arancelarias, afectando la exportación de productos agrícolas, manufacturas y tecnología. Como resultado, tanto productores como consumidores se encontraron atrapados en una guerra comercial que incrementó la incertidumbre económica y la volatilidad de los mercados. Con esa experiencia ahora se pretende repetir la situación.

Ante este panorama, fomentar el consumo local y de productos Km0 se presenta como una alternativa estratégica. El concepto de Km0 hace referencia a productos que se producen y comercializan en un radio cercano al consumidor final, reduciendo la dependencia de importaciones y fortaleciendo la economía local.

Cuando un país o región depende en exceso de bienes importados, se vuelve susceptible a las fluctuaciones del comercio internacional, a las decisiones de gobiernos extranjeros y a las alteraciones en las cadenas de suministro. Apostar por la producción local disminuye esta dependencia y fortalece la resiliencia económica ante crisis externas, como la generada por los aranceles de Trump.

Consumir productos locales fomenta la creación de empleo dentro de la comunidad, ya que las pequeñas y medianas empresas y los productores agrícolas reciben apoyo directo. Este crecimiento se traduce en una mayor circulación de riqueza dentro del país, favoreciendo el desarrollo económico y evitando la deslocalización de industrias.

En el ámbito agrícola, la dependencia de importaciones puede poner en riesgo la seguridad alimentaria de una nación. Un modelo basado en el consumo local garantiza un acceso más estable a los alimentos, evita la especulación de precios y fomenta prácticas agrícolas más respetuosas con el medio ambiente.

Más allá de la cercanía geográfica, es fundamental promover un consumo responsable y ético. Esto implica no solo elegir productos locales, sino también considerar su impacto social y medioambiental. Algunas claves para lograrlo incluyen:

En definitiva, las políticas arancelarias, como las impuestas por Trump, generan inestabilidad en el comercio internacional y pueden afectar a consumidores y productores de todo el mundo. Sin embargo, en lugar de ser meros espectadores de estas disputas comerciales, los ciudadanos pueden actuar de forma estratégica adoptando un modelo de consumo basado en la producción local y el Km0. Esta decisión no solo reduce la vulnerabilidad económica, sino que también fortalece las economías locales, fomenta el empleo, mejora la seguridad alimentaria y reduce el impacto medioambiental.

En un mundo tan interconectado, cada compra es un voto sobre el tipo de economía que queremos construir. Apostar por el consumo responsable y ético es una manera de ejercer un poder real sobre el mercado y promover un modelo más justo y sostenible. Frente a las decisiones de los grandes líderes mundiales, la respuesta oportuna está en nuestras manos: consumir local para un futuro global más sostenible, equitativo y resiliente.

Antonio Luis González Núñez

Presidente de Fedeco Canarias

Salir de la zona de confort: desafíos y oportunidades empresariales

En el contexto empresarial actual donde la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, las empresas enfrentan la necesidad de reinventarse constantemente. Cada día vemos cómo conceptos como la inteligencia artificial (IA), la digitalización de procesos administrativos, y las normativas de control de horario o facturación entran en juego y redefinen el quehacer diario de las empresas. Pero, ¿qué significa realmente para una empresa “Salir de la zona de confort” y adaptarse a este escenario? ¿Cuáles son los cambios y retos más relevantes que afectan al tejido empresarial actual y cómo deberíamos encarar este nuevo paradigma?

Uno de los cambios más significativos y disruptivos que ya ha impactado en las empresas es la adopción de la Inteligencia Artificial. De las grandes multinacionales a las pymes, la IA ha pasado de ser una opción a una necesidad para mejorar procesos, analizar grandes volúmenes de datos y optimizar la toma de decisiones. Sin embargo, las implicaciones van más allá de automatizar tareas repetitivas: la IA tiene el potencial de cambiar los roles y funciones de los empleados, y, en última instancia, transformar el modelo operativo de las empresas.

Salir de la zona de confort en este aspecto no solo implica adoptar la tecnología, sino repensar cómo puede integrarse para maximizar el rendimiento. El reto aquí reside en fomentar una cultura de adaptación y aprendizaje continuo en el personal. Los líderes empresariales deben apostar por la formación de sus equipos en nuevas habilidades digitales y técnicas de gestión de datos, pero, sobre todo, deben desarrollar la habilidad de interpretar, aplicar y aprovechar el conocimiento que la IA aporta.

Otra de las normativas que ha cambiado la forma en la que se relacionan las empresas y los trabajadores es el control de los registros horarios. Desde su implementación, esta normativa ha generado diversas interpretaciones y algunos desafíos en cuanto a la flexibilidad laboral. La digitalización de estos registros, que en un principio pretendía ser una herramienta para garantizar los derechos de los empleados y fomentar una mayor transparencia, ha tenido efectos no previstos que desafían la gestión de los equipos de trabajo.

El verdadero reto radica en lograr un equilibrio entre el control necesario para cumplir la normativa y la flexibilidad que muchos trabajadores demandan, especialmente en un entorno en el que el teletrabajo ha cobrado relevancia. En este sentido, las empresas que logren salir de la zona de confort y adopten soluciones tecnológicas para registrar y monitorizar horarios de manera no invasiva estarán mejor posicionadas para retener talento y generar un entorno laboral más colaborativo.

Si en esta ecuación logramos incorporar incrementos en la productividad de la empresa y que el personal sea cual sea su estilo de trabajar, logre los objetivos en menos tiempo y se garantice la empleabilidad. Se habrá logrado la cuadratura del círculo en estos tiempos.

Con la obligación de implementar la factura electrónica, las pymes se enfrentan a un cambio que podría percibirse como una carga administrativa más, pero que, si se gestiona adecuadamente, puede convertirse en una herramienta para mejorar su eficiencia. La adopción de esta tecnología no solo les ayudará a cumplir con las normativas y obligaciones fiscales, sino también a organizar mejor sus flujos de caja y a tener una visión más precisa de su situación financiera.

La resistencia inicial es comprensible, sobre todo cuando se trata de sectores menos digitalizados. Sin embargo, salir de la zona de confort aquí implica que las pymes comprendan las ventajas que la factura electrónica puede aportarles: rapidez en los cobros, mayor control sobre sus finanzas y una reducción en los errores humanos. Un gran desafío es contar con los recursos necesarios para implantar los sistemas adecuados, y aquí las instituciones tienen que jugar un papel fundamental, ofreciendo apoyo, asesoramiento y subvenciones para que las pequeñas y medianas empresas se adapten.

A los desafíos tecnológicos se suman otros factores como la sostenibilidad y la descarbonización. Cada vez más, las empresas deben considerar el impacto ambiental de sus operaciones, ya sea en su consumo energético y su huella de carbono, en la gestión de sus residuos o en el diseño de productos y servicios más sostenibles. La tecnología, en este caso, se convierte en una herramienta indispensable para gestionar de manera eficiente los recursos, reducir la huella de carbono y mejorar la reputación corporativa.

Salir de la zona de confort en este aspecto implica que las empresas adopten un enfoque de sostenibilidad que no sea meramente cosmético, sino que impregne todas sus operaciones y procesos. En este caso, el reto será alinear la sostenibilidad con la rentabilidad y convertir esta visión en una ventaja competitiva que fidelice a sus clientes y atraiga a los mejores talentos.

No es solo una cuestión tecnológica o administrativa; es una cuestión de mentalidad. La adaptación constante a un entorno que cambia exige empresas flexibles, capaces de anticipar cambios y de reaccionar con rapidez. Este proceso requiere liderazgo y una cultura empresarial que valore la innovación, el aprendizaje y la mejora continua.

En definitiva, aunque los retos son grandes y pueden parecer abrumadores, las empresas que sepan abrazar este nuevo paradigma y adapten su modelo operativo estarán mejor posicionadas para triunfar en el futuro.

Antonio LuisGonzález Núñez

Presidente de Fedeco Canarias

Un año 2024 de avances significativos para FEDECO Canarias

La Federación de Desarrollo Empresarial y Comercial de Canarias (FEDECO Canarias), que agrupa a asociaciones de comercio sectoriales y gremiales, empresas y negocios del archipiélago, cierra el año 2024 con un balance muy positivo e importantes logros que refuerzan su posición como referente en la defensa y promoción del comercio local y de proximidad.

“A lo largo de este año, hemos experimentado un amplio crecimiento en número de asociados, además de atender la mayoría de las consultas relacionadas con legislación, consultas paritarias, gestión empresarial, formación y ayudas, con un índice de resolución del 98,07% y un promedio de espera de 2,97 días; este dinamismo refleja el compromiso con las necesidades del sector comercial”, destaca Antonio Luis González Núñez, presidente de Fedeco Canarias.

Durante 2024, la Federación, firmó las Tablas Salariales de los principales convenios colectivos de comercio de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, convirtiéndose en la patronal mayoritaria en el Convenio Colectivo de Comercio Textil, Calzado y Piel, recientemente firmados.

Más de 100 reuniones estratégicas con representantes del Gobierno de Canarias, Cabildo de Tenerife y distintos ayuntamientos, sindicatos y asociaciones sectoriales, han posibilitado acuerdos para la mejora de las condiciones laborales y fiscales, así como para fomentar la dinamización del comercio local.

Dentro de su apuesta por la sostenibilidad, lanzó durante 2024 diferentes proyectos orientados a reducir el impacto ambiental del comercio local, fomentando el uso de energías renovables y materiales reciclables. Estas iniciativas han permitido disminuir la huella de carbono en los establecimientos adheridos a estos planes en las asociaciones integradas en la Federación optimizando sus recursos.

La organización de jornadas de formación y talleres prácticos, enfocadas principalmente a las tecnologías aplicadas al comercio, el marketing digital y las estrategias para mejorar la experiencia del cliente, han contribuido a mejorar sustancialmente estos aspectos.

Desde Fedeco Canarias, se traza como principal objetivo para 2025, consolidar el trabajo realizado, proyectando la ampliación de sus servicios y reforzar su papel como interlocutor ante las administraciones. Otro de los retos para el próximo año está la implementación de nuevas herramientas digitales y el desarrollo de iniciativas que potencien la colaboración entre asociados.

Por último, Fedeco Canarias, agradece a todas las asociaciones integradas, asociados, en general, miembros y colaboradores el respaldo brindado durante este año, esperando seguir contando con su apoyo para alcanzar los objetivos marcados para 2025

Firmado el convenio colectivo de Comercio Textil, Calzado y Piel de la provincia de Santa Cruz de Tenerife

Las organizaciones patronales FEDECO Canarias, Aspecote, FTAC y AECP Arona y los sindicatos mayoritarios del sector, CC.OO., UGT, USO y Sindicalistas de Base Canarias han alcanzado un acuerdo clave para el sector textil, calzado y piel de la provincia de Santa Cruz de Tenerife con la firma del nuevo convenio colectivo. Este convenio representa un hito en la regulación laboral de un sector en constante evolución y reafirma el compromiso de ambas partes con la adaptación a las normativas vigentes y las necesidades actuales del mercado laboral.

El convenio colectivo viene a sustituir al que estaba prorrogado desde 2020 y su vigencia será hasta el año 2030. El articulado del convenio ha sido actualizado conforme a la última redacción del Estatuto de los Trabajadores, publicada en el Boletín Oficial. Este cambio garantiza una plena alineación con la normativa laboral actual vigente, reforzando los derechos y deberes de trabajadores y empleadores y regulando las relaciones del sector comercial.

Para reflejar con mayor precisión la realidad del mercado, se ha conformado una mesa paritaria de dieciséis miembros, ocho por cada una de las partes de la representación patronal y sindical. Este equilibrio asegura una negociación justa y equitativa, fortaleciendo el diálogo social y la toma de decisiones conjuntas.

Se ha realizado una nueva redacción del convenio para ofrecer mayor claridad sobre aspectos clave como las licencias retribuidas y las horas extras, temas de gran relevancia para los trabajadores y empleadores del sector. Estos cambios buscan eliminar ambigüedades, fomentando una aplicación uniforme y transparente de las normas.

La firma de este convenio refleja el compromiso de todas las partes involucradas por construir un sector más competitivo, adaptado a las exigencias del mercado y respetuoso con los derechos laborales. Tanto las patronales como las organizaciones sindicales han destacado la importancia de este acuerdo, que sienta las bases para un futuro más estable y equilibrado en el ámbito laboral.

El presidente de Fedeco Canarias, Antonio Luis González Núñez, destacó que “con la firma del presente convenio se pone en valor todo el trabajo que se realiza en el sector y que esta fuera del foco”.

Por su parte, el máximo responsable de ASPECOTE, Vladimir Camacho Rosales, aprovechó la ocasión para resaltar el trabajo realizado por los empresarios y trabajadores de los sectores que “se han adaptado a las nuevas exigencias del mercado textil para continuar adelante con la actividad”.

Por último, el secretario general de Fedeco Canarias, Víctor M. Sánchez Cruz, agradeció “la predisposición de los sindicatos durante la negociación para alcanzar acuerdos satisfactorios para todos que beneficien a empresarios y trabajadores”

Este convenio colectivo beneficia a más de 5.000 trabajadores del sector textil en la provincia de Tenerife, promoviendo un marco regulatorio moderno y adecuado, adaptado a los retos de la actualidad.