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Aplicar el sentido común en los negocios

El sentido común, en los negocios, es un importante recurso y a menudo subestimado. Cuando se aplica correctamente, permite simplificar decisiones, aumentar la eficiencia y evitar errores innecesarios.

Aunque el mercado evoluciona a un ritmo vertiginoso y la tecnología introduce nuevas herramientas continuamente, la base para tomar decisiones acertadas sigue siendo, en gran medida, el sentido común.

Así, en los negocios comienza con un profundo conocimiento del mercado en el que operas. Esto no sólo implica saber qué productos o servicios se venden, sino entender a fondo a los clientes objetivo, los competidores y las tendencias que afectan a tu sector. 

Las empresas que conocen su mercado pueden anticiparse mejor a las necesidades de los consumidores y adaptar sus estrategias para ser competitivas.

Debes escuchar al cliente  para mantener un canal abierto de comunicación y analizar los comentarios. 

Otro aspecto importante es estudiar a la competencia, esto te dará pistas valiosas para mejorar tus productos o servicios; se trata de reconocer cuando una tendencia se convierte en una necesidad o una oportunidad de negocio.

No debes olvidar que las relaciones comerciales duraderas se construyen sobre la confianza, mucho más cuando se trata de un comercio tradicional o de cercanía. 

Ser transparente y actuar éticamente son fundamentos que no sólo mejoran tu reputación, sino que también facilitan las relaciones a largo plazo. En un mundo donde el cliente tiene fácil acceso a información y opciones, la transparencia y la ética son claves para diferenciarse.

Debes ser honesto en tus propuestas y prometer sólo aquello que puedes cumplir. Evita caer en la tentación de exagerar. Cumple con tus compromisos, la puntualidad en la entrega y la calidad de tu oferta comercial reforzarán tu imagen de seriedad. 

Respeta a tus competidores y colaboradores. Una relación sana y ética con ellos fortalecerá tu red y te abrirá nuevas oportunidades.

La gestión de recursos exige sentido común para evitar gastos innecesarios y maximizar la eficiencia.

Es necesario controlar el flujo de caja, debes tener una visión clara de los ingresos y gastos, lo que te permitirá tomar decisiones más eficaces. 

Evita endeudarte innecesariamente, las inversiones son necesarias, pero analiza si realmente aportarán valor a tu negocio. 

Optimiza tus procesos, la eficiencia no siempre requiere grandes inversiones; a veces basta con mejorar la organización interna.

La intuición puede ser una gran aliada, especialmente cuando tienes experiencia en un sector, sin embargo, hoy en día contamos con herramientas de análisis de datos que nos permiten reducir la incertidumbre y hacer previsiones más precisas. El sentido común nos sugiere que debemos equilibrar información confiable y de calidad.

Usa herramientas de análisis, las plataformas digitales y el software de análisis de datos facilitan la comprensión del comportamiento del cliente y las tendencias de ventas.

No ignores tu experiencia, a veces, los números pueden no reflejar ciertos aspectos cualitativos. Tu experiencia y conocimientos del sector complementarán las cifras.

Es de sentido común rodearse de un equipo que no sólo sea competente, sino también comprometido con los objetivos de la empresa. 

Un equipo cohesionado y motivado es más productivo y crea un ambiente en el que todos pueden desarrollarse.

Incentiva la comunicación abierta y fomenta un ambiente en el que todos se sientan escuchados y valorados. 

También es necesario el desarrollo profesional y ofrecer oportunidades de crecimiento para fortalecer el compromiso de los empleados. 

No dejes de lado motivar la creatividad y la iniciativa, la innovación surge cuando las personas tienen la libertad de proponer ideas y experimentar.

La capacidad de adaptación es una señal de sentido común en un entorno empresarial que cambia constantemente.

Mantente informado, las novedades tecnológicas y los cambios en la regulación pueden abrir puertas o advertirnos de amenazas.

Aplicar el sentido común en los negocios es, en resumen, la mejor estrategia para navegar en un mundo en constante evolución.

Antonio Luis González Núñez

Presidente de Fedeco Canarias

Fedeco Canarias pide seguir confiando en el comercio de cercanía ante las grandes campañas del Black Friday

La Federación de Desarrollo Empresarial de Comercial de Canarias (Fedeco Canarias) vuelve a insistir durante estas fechas sobre la necesidad de defender y confiar en el comercio de cercanía frente a las grandes campañas del Black Friday llevadas a cabo por las grandes cadenas y plataformas online, no competiendo en igualdad de condiciones con el pequeño y mediano comercio.

Para el presidente de Fedeco Canarias, Antonio Luis González Núñez -“es necesario tomar conciencia de la gran cantidad de puestos de trabajo que genera el sector comercial en nuestro archipiélago y que campañas como esta,  dificulta dar continuidad a los proyectos empresariales, debido a la fragilidad tan grande del sector y por la pérdida de liquidez durante estos días”.

El comercio en las áreas urbanas y en los pueblos, en general, permite cubrir perfectamente las necesidades de sus vecinos, ofreciendo un trato cercano y un asesoramiento real. A todo esto hay que añadir que el impulso a la economía del pequeño y mediano comercio, mejora sustancialmente la calidad de vida de los vecinos y ofrece puestos de trabajo dignos al contrario que ocurre en otras grandes cadenas.

Fedeco Canarias hace un llamamiento a los consumidores para que aprovechen el Black Friday desde una perspectiva de consumo consciente, priorizando la compra en comercios de proximidad y considerando el impacto de sus decisiones en el entorno y la sociedad.

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Trump 2024: Encrucijada imprevisible y bandazos geopolíticos

Nunca segundas partes fueron buenas, y más cuando el magnate al que hoy nos referimos lleva en su mochila capítulos judiciales, episodios lúgubres, tramas, intrigas y sombras de dudas sobre su integridad. Sin embargo, todo ha valido para lograr el objetivo de regresar a la presidencia del país.

No está tan claro que esta victoria sea por méritos propios o por deméritos ajenos, pues el desencanto de los votantes con la administración Biden parece haber impulsado un giro radical en el electorado.

En lo referente al contexto político y social, el regreso de Donald Trump sugiere una polarización aún más profunda en el panorama político estadounidense. Tras una administración Biden que intentó restablecer el diálogo y la cooperación internacional, la vuelta de Trump supone un giro radical. Este cambio puede consolidar el rechazo a ciertas políticas, reflejando una sociedad dividida entre quienes buscan preservar el orden tradicional y quienes desean un cambio hacia valores distintos.

Internamente, la indiscutible victoria de Trump refuerza su control sobre el Partido Republicano, alienando a sectores moderados y, eventualmente, fragmentándolo en dos facciones: una leal a su figura y otra que busque alternativas menos polarizadoras. Este conflicto interno podría debilitar al partido en futuras elecciones o, por el contrario, consolidarlo como una fuerza monolítica con una agenda más radical, marcada por su influencia.

Desde una perspectiva empresarial, el enfoque del presidente electo traerá nuevas reformas fiscales, como la reducción de impuestos corporativos y desregulaciones en sectores clave como la energía y las finanzas. Estos cambios beneficiarían a las grandes corporaciones y a sectores tradicionales, especialmente los relacionados con combustibles fósiles, mientras que otras industrias, como las de tecnología verde, podrían enfrentarse a una reducción del apoyo gubernamental.

Sin embargo, las políticas proteccionistas y la retórica anti-globalización de Trump pueden desestabilizar los mercados internacionales. Las empresas multinacionales que dependen de cadenas de suministro globales podrían verse afectadas por nuevas tarifas o restricciones comerciales, especialmente en sectores como la tecnología y la automoción. Esto podría desencadenar un periodo de incertidumbre en el comercio global, con empresas adaptándose a un mercado más fragmentado y proteccionista.

El sector tecnológico podría enfrentarse a un panorama confuso bajo la administración estadounidense. Por un lado, su postura contra las regulaciones podría favorecer a las grandes empresas tecnológicas en cuanto a la innovación y el desarrollo de productos sin tantas restricciones. Sin embargo, la hostilidad hacia China y la posibilidad de aranceles, sanciones y restricciones comerciales en tecnología avanzada (como semiconductores y redes 5G) podrían ralentizar el flujo de innovación global.

Trump también ha expresado escepticismo hacia la inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes, lo cual podría frenar la inversión en sectores de vanguardia. Esto crearía una oportunidad para que otras potencias tecnológicas, como la Unión Europea y China, ganen terreno en áreas estratégicas de la economía digital y la inteligencia artificial, donde el liderazgo estadounidense aún es fuerte pero vulnerable a políticas de aislamiento.

Para las empresas estadounidenses y multinacionales, la clave será adaptarse rápidamente a un entorno regulatorio y comercial inestable. La capacidad de anticiparse a posibles sanciones o tarifas nuevas y aranceles, así como de encontrar mercados alternativos y diversificar sus cadenas de suministro, será crucial. Las compañías necesitarán prever cambios en las políticas y adaptar sus modelos de negocio en consecuencia.

Asimismo, empresas tecnológicas que operan en plataformas digitales y dependen de la privacidad y la protección de datos podrían enfrentar un desafío en cuanto a las posibles regulaciones de contenido y censura. La era Trump podría endurecer las normativas de moderación de contenido, afectando a las redes sociales y a los medios de comunicación.

En conclusión, el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca es una señal de que el descontento político de los ciudadanos de EE.UU. hace que oscile de manera radical su percepción ideológica, con un impacto directo en los negocios, las relaciones internacionales y el equilibrio de poder global. Su enfoque nacionalista y proteccionista promete transformar nuevamente el panorama global, obligando a gobiernos y empresas a adaptarse a un entorno más incierto y desafiante.

Para los actores globales, esta victoria es tanto una amenaza como una oportunidad: una amenaza por las posibles barreras comerciales y la fragmentación del mercado global, y una oportunidad para que otros países asuman un papel de liderazgo en áreas estratégicas como la sostenibilidad, la tecnología y la innovación. En última instancia, el impacto de este regreso dependerá de cómo los distintos actores internacionales se adapten y respondan a un mundo polarizado, crispado y en constante cambio.

Antonio Luis González Núñez

Presidente de Fedeco Canarias

Reducir la jornada laboral en España: posibles soluciones

La reducción de la jornada laboral en nuestro país es un tema recurrente que no logra el consenso entre los principales actores: patronal, sindicatos y Gobierno. A medida que avanzan los debates, cada uno de estos sectores plantea sus argumentos basados en estudios de productividad, conciliación laboral y viabilidad económica, en un intento de encontrar una fórmula que equilibre las necesidades empresariales y laborales.

En mi columna habitual de esta semana trataré de analizar brevemente cada postura y proponer una serie de medidas que puedan ayudar a optimizar la productividad y reducir el absentismo en la empresa, sin perjuicio de los intereses de las partes.

La patronal: `prioridad en la productividad y costes

Desde la perspectiva de la patronal, la reducción de la jornada laboral representa un aumento de los costes operativos y, potencialmente, una menor competitividad en sectores altamente productivos o intensivos en mano de obra. Las empresas temen que, al reducir el tiempo de trabajo sin adoptar medidas que compensen la pérdida de horas, pueda generarse una reducción directa en la producción, impactando en la rentabilidad de los negocios.

Para el sector empresarial, la clave radica en la flexibilidad y en la implantación de modelos que permitan adaptar la jornada a las necesidades productivas de cada sector. Se muestran más favorables a incentivos para la mejora de la productividad, pero mantienen la postura de que reducir las horas de trabajo no debería suponer una pérdida de competitividad, sino que, de ser posible, debe contar con estrategias de compensación.

Los sindicatos: conciliación y calidad de vida

Por otro lado, los sindicatos ven la reducción de la jornada laboral como una oportunidad para mejorar la calidad de vida de los trabajadores, reducir el estrés y facilitar la conciliación entre vida laboral y personal. En este sentido, argumentan que una jornada más corta y mejor distribuida puede redundar en una mayor motivación de los empleados y una mayor eficiencia.

Los sindicatos proponen que la reducción de horas no solo beneficiaría al trabajador, sino que podría mejorar la productividad si se acompaña de una adecuada redistribución de las tareas y de incentivos para que los empleados den el máximo en el tiempo asignado. Asimismo, consideran que una jornada más corta puede reducir el absentismo, dado que el trabajador estaría más descansado y motivado.

El Gobierno: modelos experimentales y flexibles

En este contexto, el Gobierno se posiciona en un punto intermedio, evaluando modelos de éxito en otros países como Islandia y Suecia, que han implementado reducciones en la jornada laboral con buenos resultados en términos de productividad y satisfacción. La propuesta gubernamental se inclina hacia un modelo flexible que permita adaptar la reducción de horas según las características de cada sector, sin afectar la productividad ni el empleo. Este enfoque busca establecer un sistema adaptado donde las empresas y sectores puedan aplicar la reducción de jornada en distintos formatos, bien sea a través de jornadas de cuatro días, una menor cantidad de horas diarias, o un mayor acceso al teletrabajo en función de las necesidades, incluso con propuestas de aplicar incentivos económicos estatales.

Alternativas para mejorar la productividad y reducir el absentismo

Se podrían implementar alternativas para mejorar la productividad y reducir el absentismo sin recurrir a una reducción de la jornada de forma uniforme. Las siguientes propuestas pueden aportar beneficios tanto a las empresas como a los empleados, creando un entorno laboral más efectivo.

1. Flexibilidad horaria y modelos híbridos de Trabajo

Uno de los puntos de consenso entre empresarios y trabajadores es la necesidad de flexibilizar los horarios de trabajo. Permitir a los empleados que ajusten su horario de entrada y salida puede mejorar tanto su bienestar como su rendimiento. Un modelo híbrido, que combine días de trabajo en la oficina con teletrabajo, puede ser especialmente beneficioso en sectores donde el trabajo remoto es viable. Además de reducir el tiempo de desplazamiento, esta flexibilidad permite que los empleados se organicen de acuerdo con su propio ritmo, lo que suele mejorar la productividad.

2. Incentivos por productividad

Otra estrategia eficaz es la aplicación de incentivos basados en la productividad. Más allá de los aumentos salariales convencionales, ofrecer bonificaciones, días libres adicionales o incluso un reconocimiento público a los trabajadores más productivos puede fomentar un ambiente de competencia sana y motivación, promoviendo la colaboración y el compromiso con los objetivos de la empresa.

3. Formación y desarrollo profesional

Un trabajador bien formado es más productivo. Invertir en formación continua y programas de desarrollo profesional permite que los empleados se adapten a los cambios tecnológicos y mejoren sus habilidades. Además de aumentar la eficiencia, estas oportunidades de crecimiento profesional también fomentan la satisfacción y el compromiso de los empleados, reduciendo el absentismo y las rotaciones de personal.

4. Horarios escalonados

Aplicar horarios escalonados puede ser una opción eficiente para empresas que buscan evitar picos de afluencia en las oficinas, optimizando los recursos y reduciendo el estrés que puede producirse en determinados momentos del día. Este modelo permite que los empleados se incorporen a sus puestos de manera gradual, maximizando el tiempo y la atención individual en cada tarea.

5. Fomento de la salud y el bienestar en el trabajo

Un ambiente laboral saludable es clave para reducir el absentismo. Iniciativas como la incorporación de pausas activas, programas de ejercicio físico, asesoría psicológica o sesiones de mindfulness en el trabajo pueden mejorar el bienestar físico y mental de los empleados. Las empresas que cuidan de la salud de sus trabajadores suelen beneficiarse de una mayor productividad y un menor índice de absentismo.

6. Revisión y optimización de procesos

La productividad de una empresa puede beneficiarse significativamente de la revisión continua y optimización de sus procesos. Adoptar metodologías ágiles, automatizar tareas rutinarias o mejorar la comunicación entre departamentos puede ahorrar tiempo y reducir errores. La optimización de procesos permite que los empleados dediquen más tiempo a actividades de mayor valor añadido, evitando la sobrecarga y facilitando la eficiencia.

El debate sobre la reducción de la jornada laboral en España plantea retos y oportunidades interesantes. Aunque la patronal, los sindicatos y el Gobierno mantienen sus respectivas posturas, existen alternativas que pueden mejorar la productividad y reducir el absentismo sin comprometer los intereses de las partes. La flexibilidad horaria, los incentivos basados en la productividad y el fomento de la formación y el bienestar de los empleados son algunos de los caminos que pueden explorarse. Aplicar estas medidas de forma personalizada y teniendo en cuenta las necesidades de cada sector puede ser la clave para encontrar un modelo laboral eficiente, rentable y satisfactorio para todos.

Antonio Luis González Núñez

Presidente de Fedeco

Comercio resiliente: adaptación y supervivencia

En un mundo como el actual, cada vez más impredecible y volátil, la capacidad de adaptación y resistencia de los negocios se ha convertido en factor crucial para la supervivencia y el éxito. Los “comercios resilientes” son aquellos que logran no solo enfrentar adversidades, sino también salir adelante y prosperar a pesar de ellas. Estos comercios se caracterizan por su capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios, su flexibilidad para modificar estrategias y su fortaleza para superar crisis. Trataremos de enumerar las características esenciales de los comercios resilientes y las estrategias que emplean para mantenerse a flote.

La adaptabilidad es una de las principales características de este tipo de comercios y empresas. Estos negocios son capaces de ajustar sus modelos operativos y estrategias de acuerdo con las circunstancias cambiantes del mercado. Ya sea a través de la diversificación de productos, la adopción de nuevas tecnologías o la modificación de sus canales de venta, buscar dar respuesta a las necesidades cambiantes de sus clientes.

La innovación es otro pilar fundamental. Estos comercios no temen experimentar con nuevas ideas y enfoques. La innovación les permite resolver problemas inmediatos y adelantarse a futuras tendencias y desafíos. Esto incluye desde la adopción de nuevas soluciones tecnológicas avanzadas hasta la creación de nuevos productos y servicios que respondan a las demandas emergentes del mercado.

Saber gestionar el riesgo de manera eficiente es esencial para la resiliencia. Tener planes de contingencia bien desarrollados y constantemente evaluados. Identificando de posibles riesgos, y evaluar su impacto y tomar las decisiones correctas para mitigarlos. Además, mantienen reservas financieras y operativas que les permiten enfrentar situaciones imprevistas sin comprometer su viabilidad a largo plazo.

Los comercios resilientes mantienen un enfoque centrado en el cliente. Comprenden que la lealtad del cliente es vital para la supervivencia durante tiempos difíciles. Estos negocios invierten en comprender las necesidades y expectativas de sus clientes y ajustan sus ofertas y servicios en consecuencia. La comunicación constante y transparente con los clientes también es crucial para mantener la confianza y la lealtad.

El compromiso con la empresa por parte de todos, empleados, empresarios y familia, estando alineados con la misión y los valores de la empresa es clave. Eso implica mayor motivación para afrontar los desafíos. Las empresas resilientes fomentan una cultura de colaboración, innovación y flexibilidad, lo que permite a sus equipos adaptarse rápidamente a los cambios.

Estas empresas tienen denominadores comunes y suelen adoptar estrategias que si las analizamos podemos destacar las siguientes:

Una estrategia muy común es la diversificación de canales de venta. Muchos negocios han ampliado su presencia en internet, creando tiendas virtuales y plataformas de comercio electrónico para llegar a una audiencia mayor. Esta diversificación no solo aumenta las oportunidades de ingresos sino que también reduce la dependencia de un solo canal de venta, lo que puede ser crítico en tiempos de crisis.

Invertir en tecnología es otra estrategia crucial. Las herramientas digitales y las plataformas de automatización pueden mejorar la eficiencia operativa, reducir costos y proporcionar nuevas formas de interacción con los clientes. La adopción de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial y el análisis de datos, también pueden ofrecer ventajas competitivas significativas al permitir decisiones informadas y estrategias más ágiles.

Crear alianzas estratégicas fuertes y formar colaboraciones fortalece la resiliencia. Estas asociaciones proporcionan recursos adicionales, acceso a nuevos mercados y la capacidad de compartir riesgos. Las colaboraciones con otras empresas, organizaciones sin fines de lucro o incluso entidades gubernamentales pueden abrir nuevas oportunidades de negocio y proporcionar soporte en momentos de necesidad.

La capacitación y cualificación, así como el desarrollo continuo del personal son esenciales. Un equipo bien formado puede enfrentar desafíos de manera más eficaz y contribuir a la innovación y mejora continua. Los comercios resilientes invierten en el desarrollo de habilidades de sus empleados, promoviendo la capacidad de aprendizaje y la adaptabilidad.

Ejemplos hay en multitud de sectores, desde la alimentación, hasta el comercio minorista o la formación, las tecnológicas, etc. La pandemia nos hizo reinventarnos

La alimentación en pandemia se adaptó, restaurantes y pequeños comercios de alimentación cerraron sus puertas al público. Sin embargo, aquellos que rápidamente adoptaron servicios de entrega a domicilio, pedidos en línea y recogida en el establecimiento pudieron mantener sus operaciones y nivel de ingresos y, en algunos casos, incluso aumentarlos, una vez superado el covid19 esas estrategias y servicios se han normalizado e integrado en la oferta habitual.

Las instituciones y centros formativos que se adaptaron a plataformas de aprendizaje y herramientas digitales siguieron brindando a sus estudiantes la formación y educación habitual en soportes novedosos digitales que han seguido hasta nuestros días.

El comercio minorista siempre ha tenido la virtud de saberse adaptar a las exigencias del mercado y dar respuesta a los clientes y la diversificación de canales de venta, el teletrabajo, la compra online y la entrega a domicilio. En continua innovación aplicando nuevas técnicas y métodos automatizados y tecnológicos que faciliten la experiencia de compra del cliente.

El éxito es el resultado del trabajo, la preparación y adaptación continua, aplicando estrategias innovadoras, asumiendo riesgos, invirtiendo en tecnología y canales de venta, en formación y cualificación del personal, sin dejar nada a la improvisación para poder asegurar que los resultados no son un golpe de suerte, sino fruto del trabajo continuo atendiendo a los clientes en el comercio.

Antonio Luis González Núñez

Presidente de Fedeco Canarias

La campaña de bonos de restauración de Adeje inyectará liquidez a los negocios locales

El Ayuntamiento de Adeje, a través del área de Desarrollo Económico y Empleo, que preside  Alberto Álvarez Jiménez, conjuntamente con la Asociación de Empresarios, Comerciantes y Profesionales de Adeje (AECPA), lanzan por primera vez la Campaña de Bonos de Restauración, la cual ha sido diseñada para fortalecer la economía local mediante el fomento del consumo en los establecimientos del sector de la restauración. 

Con una inyección económica prevista de 50.000 euros, la iniciativa busca fidelizar a los clientes, incentivar el gasto y proporcionar un estímulo directo a las pequeñas y medianas empresas del municipio. “El Ayuntamiento de Adeje financia el 50% del coste total de la campaña, lo que representa un claro compromiso con la recuperación económica local tras los desafíos enfrentados en los últimos años. La inversión pública de 25.000 euros, combinada con la contribución de las propias consumidoras y consumidores, permitirá generar un aumento significativo en las ventas y mejorar la visibilidad de los negocios locales”, profundizó el concejal responsable.

Los bonos estarán disponibles para las personas consumidoras a partir del 28 de octubre y ofrecerán un descuento del 50% en sus compras. Cada bono tiene un valor de 20 euros, pero la clientela sólo pagará 10 euros, permitiendo un ahorro significativo al mismo tiempo que contribuyen directamente a la economía local. 

Cada persona podrá adquirir hasta 8 bonos, lo que supone un ahorro máximo de 80 euros por persona y una inyección de consumo potencial de hasta 160 euros en los establecimientos participantes.

Impacto económico previsto

La campaña, que estará activa del 1 al 30 de noviembre o hasta que se agoten los bonos, no solo tiene como objetivo fomentar el consumo inmediato, sino también generar una reactivación sostenida del sector de la restauración. Se estima que los 2.000 euros de saldo máximo por establecimiento permitirán a los comercios duplicar sus ventas.

“Las acciones dinamizadoras como los bonos de restauración no solo ayudan a los negocios a corto plazo, sino que fomentan una relación duradera con la clientela, quienes ven en estos establecimientos opciones atractivas y accesibles para el consumo. Con esta campaña, esperamos generar un incremento del 30% en las ventas del sector durante el mes de noviembre, ayudando a consolidar la recuperación económica de nuestro sector comercial de la restauración”, argumentó el concejal del área de Desarrollo Económico y Empleo, Alberto Álvarez Jiménez.

Esta iniciativa refuerza la importancia de apoyar el comercio local, que sigue siendo un pilar fundamental de la economía de Adeje. Según el presidente de la AECPA, Jordi Esplugas, “las campañas de este tipo no solo benefician a los negocios de restauración directamente implicados, sino que también tienen un efecto multiplicador, mejorando la percepción de los consumidores hacia los productos y servicios locales”.

Facilidad de acceso para los comercios 

Los negocios interesados en participar podrán inscribirse a partir del 16 de septiembre y hasta el 30 de noviembre, mientras que los consumidores tendrán acceso a los bonos a través de la plataforma www.consumeadeje.com. Además, para facilitar la participación tanto de los establecimientos como de los clientes, se han habilitado videos tutoriales y un servicio de atención al cliente mediante correo electrónico y teléfono.